AMLO: Hombre muerto caminando.

 

Entender lo que pasa con AMLO se hace complicado, porque tanto su ascenso al poder como la evaluación ciudadana a su gestión, están marcados por la paradoja, palabreja que viene del griego: paradoxa; propiamente ‘lo contrario a la opinión común’.

 

Lo grave en este caso es que tenemos contradicciones no solo con la opinión común, sino también con la opinión de nuestra intelectualidad. Desde hace algunas horas circula una entrevista de Carlos Loret de Mola a Enrique Krauze, quien se va con la finta de las encuestas que nos indican, basadas en la aprobación, que AMLO es un presidente muy fuerte, muy poderoso.

 

Va de nuevo la explicación, a ver si ahora sí se entiende:

 

La primera paradoja, y madre de muchas confusiones y fantasías de AMLO y sus seguidores, es que el triunfo electoral del 18, el error del 18, significó la aceptación ciudadana a las propuestas de campaña de AMLO.

 

La paradoja electoral se explica en que, era tal el nivel de rechazo tanto al PRI como al PAN y la esperanza de cambio que muchos quisieron ver en AMLO, que la gente votó por él a pesar de no estar de acuerdo ni con la cancelación del NAIM, ni con la derogación de la reforma educativa, ni con la amnistía a criminales, etc.

 

La paradoja de su fuerza en el ejercicio del poder, es que AMLO tiene una aprobación rayana en el 70%, a pesar de que sus resultados en temas cruciales como seguridad pública y salud son paupérrimos. Sí, lo aprueban casi el 70% de los mexicanos, pero:

 

  1. La conformación de su fuerza ha variado dramáticamente en estos tres años de gobierno. Se ha concentrado su fuerza en las personas que reciben dinero de los programas sociales, y se ha debilitado entre quienes tienen estudios superiores, donde están los sectores intelectuales, académicos y artísticos, que de manera entusiasta y esperanzada le apoyaron en su elección.
  2. En las últimas seis semanas ha bajado de 32.8% a 23% la estimación de ciudadanos que consideran a AMLO el mejor político de México. Esto es un fenómeno de decepción entre sus seguidores más entusiastas.
  3. Hagamos una analogía para ilustrar la relación entre la popularidad y el indicador de mejor político. La popularidad es como la altura de una montaña de arena húmeda en una playa, y perder fuerza en el indicador de mejor político, es como ir retirando gradualmente pequeñas porciones de arena de la base de la montañita. La altura, la popularidad, no se alterará durante algún tiempo como consecuencia de la merma de la base, pero de continuar la sangría de fans, inevitablemente sobrevendrá un bajón; un deterioro en la popularidad que eventualmente sobrevendrá.

 

Pero veamos otros aspectos de gran relevancia:

 

  1. Los opositores de AMLO, después de tres años de afanes, finalmente han logrado dinamitar la línea de flotación de AMLO y su 4T: El reportaje de Loret de Mola sobre los contratos del aeropuerto de Santa Lucía, y el acuse de recibo de AMLO, que significó el Acuerdo conocido como Decretazo, representan, ni más ni menos, que presunción de corrupción en un gobierno que se esperaba impoluto.
  2. Lo que le espera a AMLO en los próximos años, es que lo traigan como piñata con acusaciones de corrupción y exigencias de transparencia en sus proyectos. ¡El festín ha iniciado!