Santiago Nieto. ¡Retorno a la amargura!

 

Santiago Nieto es sin lugar a dudas un hombre talentoso, pero claramente ignorante en el tema de Micropolítica.

 

Me recordó, su reciente desgracia al ser defenestrado por AMLO, a un noticiero policiaco de una difusora de Reynosa, Tamaulipas, en aquellos tiempos felices cuando no tenían tanta influencia los puñales adalides de lo políticamente correcto.

 

Aquel noticiero era patrocinado por el refresco Seven Up, y la estructura era más o menos como sigue: “Esta madrugada un joven fue salvajemente golpeado en el centro de la ciudad; si ese joven hubiera tomado Seven Up, nada le habría ocurrido”. Y así por el estilo en cada nota, que por la naturaleza del noticiero eran puras desgracias.

 

Pues sí compañeros. Si Santiago Nieto hubiera tomado el curso de Micropolítica del Dr. Alfredo Cuellar, no estaría ahora viviendo el agridulce común de la vida en niveles máximos.

 

La Micropolítica trata de cómo hacer política al interior de las organizaciones, en este caso al interior de un gobierno. Con EPN también salió abruptamente y también por no entender que el protagonismo siempre da oportunidad a los adversarios internos, que siempre existen, de partirnos la progenitora.

 

Lamento la situación de nuestro Torquemada, porque perdemos dentro del gobierno a una persona que no pocas veces dio muestras de independencia de criterio y de sensatez. Y no soy el único que de él tengo una buena opinión. En el Top of Mind presidencial llegó a pintar, lo cual es muy relevante.

 

Creo además que la circunstancia que más le afectó, fue el contenido del discurso de AMLO de hoy ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que por cierto nadie le aplaudió, y que dicho sea de paso, tuvo la estructura fatal de toda la acción de gobierno de la 4T: Diagnóstico con elementos irrefutables mezclados con quimeras, y alternativas de solución absurdas, con los resultados que están a la vista de todos, para quienes se den permiso de verlos.

 

Así las cosas, compañeros. Un mal día para México. Mañana les diré que piensa la Muchacha.

 

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