Se asoma la decepción (pesar causado por un desengaño).

Estoy viviendo algo parecido a un dejavú, esto es, la “sensación de haber pasado con anterioridad por una situación que se está produciendo por primera vez”. Lo que está pasando con AMLO ahora, me remonta a una vivencia personal de hace justo 16 años: El inicio del derrumbe de AMLO, en la elección del 2006.

En aquella ocasión, el 17 de marzo, escribí lo siguiente: “El día de ayer fue un día terrible para López Obrador y excepcional para Felipe Calderón. Si el resultado del 2 de julio próximo resulta en una derrota para AMLO, seguramente será el 16 de marzo la fecha de inicio de la debacle.”

En aquella ocasión, el “cállate chachalaca” fue la gota que derramó el vaso de múltiples errores de campaña, muchos advertidos por mi (recuerdo la cara de sorpresa y desagrado de Manuel Camacho Solís, cuando lo encaré en el aeropuerto de Ciudad de México, y le advertí que era un error avalar las encuestas de Reforma, porque pronto les sacarían el tapete y no se podrían defender, y le sugerí que atendieran mis reportes que eran públicos).


En esta ocasión ha sido el escándalo de la “casa gris”, la gota que ha empezado a derramar el vaso de tantas locuras presidenciales.


Sin más preámbulos, van los resultados de nuestra medición de anoche:

1. La aprobación de AMLO registra 60.8%, un valor rayano en la Advertencia Negativa en clara tendencia a la baja.
2. La desaprobación registra 31.8%, que indica Alerta Negativa y tendencia al alza. Los únicos que mantienen su apoyo a AMLO, son los que reciben dinero de él.
3. La calificación promedio registra 7.1, un valor muy próximo a la línea de Alerta Negativa, con tendencia a la baja.
4. El porcentaje de calificaciones bajas (de 0 a 5), registra 29.2%, que indica Alerta Negativa y tendencia al alza.
5. El porcentaje de calificaciones altas registra 55.5%, que indica Alerta Negativa y tendencia a la baja.
6. En el indicador de el “Peor Político de México”, por primera vez, AMLO comparte el primerísimo lugar con Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto. ¡Todo un honor!

Así las cosas, compañeros; como hace 16 años, advierto, anticipo, que a AMLO se lo puede cargar la chingada, o de perdido lo va a arrastrar un buen pedazo, si no encuentra una forma de solventar sus problemas, que no son pocos y no dejan de aumentar.

El abogado Juan Collado, nada poco pendejo, le ha regalado a AMLO el testimonio de justificar su derrota del 2006, vendiéndole la idea de que fue una “elección de estado”, en lo que podríamos tipificar como un “soborno emocional”, que muy bien podría significar a Collado su libertad, y a AMLO hundirse más en sus fantasías, arrastrando todo su proyecto, así como Citlali arrastró al pobre compañero al que tomó del brazo cuando perdió el equilibrio.


En fin compañeros, estamos ante el ocaso de una estrella, que empieza a vivir el drama de “El Mala estrella” de José Alfredo Jiménez, a quien también: “Yo le digo: no seas tonto, ya no le hagas tanto al loco. La muchacha, no te quiere”.


Libertad, igualdad, fraternidad y racionalidad.