¡Ya lo perdimos!

Las declaraciones de ayer de AMLO en Tlaxcala son francamente preocupantes. Muestran, en mi opinión, a un hombre acorralado, moralmente derrotado y desesperado. A continuación, les presento fragmentos de la reseña de El Universal, seguidos de mis apreciaciones:

AMLO: “Son ataques diarios de casi todos los medios de información, periódicos, radio, televisión, redes sociales toda el hampa del periodismo bajo la consigna de que la calumnia cuando no mancha tizna, aunque no sea cierto lo que denuncian ellos lo que quieren es enrarecer el ambiente político y sembrar la duda”.

SABA: ¡Válgame, Dios! Si son notas diarias y de casi todos los medios de información, periódicos, radio, televisión y redes sociales, lo más probable es que tengan razón. Si yo circulo por una avenida y un chingo de carros vienen en contra, y aparte los automovilistas me gritan “vas en contra”, por supuesto que voy en contra.

AMLO: “Lo que más les duele, lo que quisieran ellos, es que la gente llegara a la conclusión de que todos son iguales, que es lo mismo, todos son iguales. No, no somos iguales, a mi me pueden llamar Peje, pero no soy lagarto, no somos iguales”.

SABA: Por supuesto que el grupo gobernante actual no es igual que los anteriores. Ni AMLO es igual que los anteriores presidentes. ¡Claramente son peores! Los resultados están a la vista, y son los resultados, no las intenciones, la base para evaluar gobernantes. Por otra parte, suponer que a los medios y a quienes participan en las redes sociales les duele algo, es muy fantasioso. Hoy en día, en el mundo moderno, toda esa actividad es monetizable; si bien algunos medios resienten los recortes presupuestales que han sufrido con la 4T, traer como piñata a AMLO genera dividendos compensatorios. Es claro que a muchos no les duele nada, participan alegremente del festín, y son hoy más relevantes que nunca.

AMLO: Destacó que aún con esa «campaña, bombardeo y con toda esa guerra sucia su gobierno está bien respaldado por el pueblo, que es el que manda”.

SABA: Es absolutamente cierto que cuenta con el respaldo del pueblo, 73% aprueban su gestión, y en la estimación puntual del pasado lunes rebasó el 80%, pero esa percepción está amenazada, porque las condiciones objetivas en temas cruciales como seguridad pública, salud pública y bienestar económico cada vez se hacen más críticas. Tener la popularidad como asidero político es como agarrarse de un chorro de agua. En cualquier momento su popularidad se puede desfondar.

AMLO: “Solo hay que ver que antes el presupuesto no le llegaba al pueblo y todos sabían de la deshonestidad de los gobernantes.”

SABA: Por supuesto que esto es falso. El presupuesto siempre ha llegado al pueblo, en mayor o menor medida. La diferencia es que hoy les llega de manera directa a muchísimos más, muchos de los cuales no requieren ese recurso para salir adelante, pero a costa de dejar desprotegidos a quienes caen en desgracia y ya no se tienen los fideicomisos e instituciones que antes se tenían para atenderlos. Por otra parte, si algo ha quedado acreditado durante estas semanas, es que los actuales gobernantes también son deshonestos, pero más ineficientes que los anteriores.

¡Así las cosas compañeros! No se ve nada fácil la situación de AMLO. ¡Ojalá que encuentre una salida!

¡Libertad, igualdad, fraternidad y racionalidad!