¡El cuarto de Cuba, se cogió candela!

 

Cuando pienso en Cuba la idea dominante es su musicalidad, la hermandad entre nuestros pueblos. Mi generación, una parte de ella, la que se veía a sí misma como progresista y de izquierda, se distinguió por su afinidad ideológica con Fidel Castro, llevando casi a nivel de idolatría al Che Guevara.

 

En cierto modo podría decir que tuve alguna identificación y simpatía con la Revolución cubana, pero nunca en niveles de fanatismo (debo ser muy soberbio, porque no fui fan ni de los pinches Beatles), pero nunca dejé de advertir como una condición deleznable la falta de libertades individuales en Cuba.

 

La Revolución cubana, en el hipocentro de la lucha ideológica entre el capitalismo y el comunismo, particularmente durante los años de la guerra fría, disfrutó de múltiples subsidios internacionales, para ofrecer a los cubanos una pobreza, si no llevadera, al menos soportable. Todo indica que el régimen cubano ya no recibe tanto apoyo, y que las condiciones de pobreza en la isla ya son inaguantables, a juzgar por las protestas registradas ayer.

 

Hoy como ayer, y como siempre, ante este incendio social en Cuba, ya se inundaron los medios más que de información, de propaganda anti yanqui y anti Castro; sin embargo, a pesar de la bruma mentirosa de la propaganda, se alcanzan a apreciar algunos hechos como los siguientes:

 

  1. La irresponsable decisión del presidente cubano Miguel Diaz-Canel, de confrontar a los manifestantes con sus simpatizantes (soltó a su tigre, al parecer menos nalgón que el de AMLO). Esto ya está registrando enfrentamientos en las calles, que pudieran significar pérdida de vidas humanas en las próximas horas.
  2. Se evidencia que tarde o temprano los gobernantes serán juzgados por sus resultados, no por sus intenciones y por sus pretextos.
  3. Tercera ley de Newton. A toda acción corresponde una reacción. Los avances en América Latina del Foro de Sao Paulo, tienen ahora como respuesta una embestida en el mero faro de luz que guía las revolucioncitas mariconeras como la 4T, que asumen el poder por la vía democrática, para luego mantenerse en él más que por hacer buenos gobiernos, por gobernar despojados de escrúpulos y vergüenza.
  4. La desesperación con la que AMLO está tratando el tema es muestra clara del punto anterior.

 

Quedamos a la expectativa, compañeros, con más preocupación que esperanza. Ojalá que no estemos frente a una guerra civil, que el conflicto sea breve y que el desenlace sea para bien del pueblo cubano.

 

saba@sabaconsultores.com