Luis Donaldo, la esperanza que se podría esfumar.


Desde hace varias semanas hemos advertido del fenómeno de Luis Donaldo Colosio Riojas. Aparece como la más fuerte opción opositora, y se acerca mucho a las dos figuras de Morena más fuertes, a saber, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard.


¿Significa lo anterior que Luis Donaldo estará en la boleta presidencial del 24? Muy probablemente.


¿Significa que podría ganar la presidencia? Sin duda alguna, pero para ello debe sortear con inteligencia varios retos. Los escollos que debe superar, entre otros, son los siguientes:


1. Es claro que lo que lo pone en la carrera presidencial a Luis Donaldo es su persona, lo que representa por su historia; por su padre y también por su madre. No es la fuerza de su partido MC, ni de algún grupo político. ¡Es él!
2. Lo anterior lo coloca en una situación muy similar a la que viven las mujeres muy bonitas y los hombres muy ricos. Son asediados. Muchas personas los pretenden, y los cercanos buscarán encapsularlos, para orientarlos de acuerdo con sus intereses.
3. En mi opinión la mejor apuesta para Colosio es conservarse dentro de Movimiento Ciudadano, pero hacerle entender a Dante Delgado que tendrá un gran poder, pero no más poder que él.
4. Colosio debe entender que su apoyo es transversal. Proviene de todas las ideologías y partidos políticos. Luego entonces su discurso debe ser de unidad, plural. De respeto y comprensión a todas las formas de pensar.
5. Por lo anterior, Colosio no debe comprar pleitos y menos sudar calenturas ajenas. Para él es tiempo de sumar. Y los líderes chingones, como Hernán Cortez, lo demuestran cuando integran a sus filas a sus adversarios previamente derrotados.
6. Por supuesto que con mayor razón debe estar en buenos términos con sus correligionarios. Alguna vez, en la Universidad de Nueva York, donde W. Edwards Deming ofrecía anualmente un seminario para estadísticos profesionales, nos lanzó una pregunta: ¿Cuál es el signo distintivo de los auténticos líderes? Para todas las mamadas sugeridas, de esas que se dicen en los cursos de liderazgo, surgió un contraejemplo. La respuesta de Deming me pareció fascinante: Los verdaderos líderes saben perdonar errores. Corolario: Los que no saben perdonar errores, son puros pájaros nalgones.
7. Colosio debe practicar la suerte de Tancredo (mantenerse quieto, no hacer olas) de manera pública, pero debe ser muy activo, en la sombra, para sumar alianzas con personajes políticos de forma individual, aprovechando los muchos talentos del PRI, del PAN y de Morena, que andan sueltos por la falta de liderazgo de Alito, de Marko y de Mario Delgado.



¡Así las cosas compañeros! Seremos testigos cercanos de cómo se construye un proyecto político que podría rescatar a México de esta chingadera llamada 4T, o veremos cómo se esfuma una posibilidad, dejándonos la añoranza de lo que pudo haber sido y no fue.