En la búsqueda de un político sensato, casi como a Diógenes, me chingaron.

 

Cuenta la leyenda que Diógenes de Sínope, tenía una lámpara de aceite de oliva con la que buscaba afanosamente a un hombre honrado.

 

Frustrado por no encontrarlo en la Grecia antigua, decidió viajar a un pueblo híper ancestral llamado México, fundado hacía 10 mil millones de años, antes del diluvio y de la creación misma, sus pobladores pudieron ser modelo para Dios al crear al hombre, pero no le pareció buena idea, y prefirió hacerlo a su imagen y semejanza.

 

Pues bien, vino Diógenes a estas tierras, donde predominaban los morenos, con la esperanza de encontrar a un hombre honrado, y el resultado fue que un pinche prieto le robó la lámpara.

 

Pues bien, compañeros, como Diógenes yo ando en busca de políticos sensatos, racionales; y cuando creí encontrar a uno, a Gerardo Fernández Noroña, resultó que sus declaraciones sensatas que afirmaban se retiraban de la contienda presidencial, eran una vacilada del 28 de diciembre pasado.

 

Ni modo compañeros, dejemos a Noroña en su condición previa: uno de tantos pendejos metidos a la política.

 

A pesar de la anterior decepción, seguiremos buscando a un político racional que nos gobierne. ¡mantengamos la fe!