¡Feliz día del amor!
Se celebró el día del amor, el amor sexual como diría Federico Engels, pero hay otros amores. A los hijos, a familiares, a los amigos, donde se pierde la condición de exclusivista que tiene el amor sexual, algo en lo que también estoy de acuerdo con Engels.
Hay un amor que duele en México, el amor social, el amor a la patria. Se nos salió de control la convivencia. Vivimos la confrontación entre élites que se descalifican mutuamente, y lo peor de todo es que se extiende a la raza de sol, y que los dos grupos polarizados tienen razón.
Tienen razón las intelectualidades, los académicos y las cúpulas empresariales, cuando critican los absurdos de AMLO y su pretendidamente histórica 4T; y también tiene razón AMLO, cuando señala abusos de los machuchones de la ciencia, la intelectualidad y el capital.
Lo paradójico y cómico es que estos machuchones recibieron un trato de privilegio de los gobiernos anteriores, que temerosos de ser exhibidos a plenitud en sus corruptelas, toleraron ser exhibidos, pero poquito, dándoles a los intelectuales orgánicos de entonces una relación sado-mazoquista con el poder, que en términos amorosos podríamos decir de padroteo. Aquel no pago para que me peguen de José López Portillo, pasó a un “pégame, mátame, pero no me dejes” de los gobiernos neoliberales.
Ahora, los padrotes de entonces señalan con claridad los defectos de AMLO y la 4T, pero ya no influyen, si es que alguna vez lo hicieron. ¿Qué hacer ante esto? Cada quien hará lo que le dé la gana. Es un sálvese quien pueda en más de un sentido: de la pandemia, de las penurias económicas, de la marginación, del descrédito, de la inseguridad. Tenemos a final de cuentas lo que generamos con nuestra indolencia, con nuestra insensatez. ¡Ni modo!
Muy a pesar de lo anterior, la esperanza sigue por ahí; a mi me mueve a pensar que algo sucederá desde fuera de Morena, o desde dentro de Morena, que nos alejará de la irracionalidad y la polarización. Que nos dará, poco a poco, la razonable unidad nacional siempre anhelada.
Por lo pronto: Feliz día del amor, recordándoles, con Amado Nervo, que: “si no te quieren como tú quieres que te quieran. ¿Qué importa que te quieran?
¡Hasta mañana!
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