Felipe de Jesús Cantú presenta advertencias positivas en el Top of Mind, intención de voto por partido, simpatía partidista e intención de voto de candidato con partido. Movimientos favorables para su candidatura aunque la naturaleza de estos movimientos es sospechosa: Felipe se fortalece en bastiones priistas. Felipe en este día registra su valor más alto desde que comenzaron las campañas.
Los municipios fuera del área metropolitana y Escobedo lo favorecen en este día, fortaleciendo la hipótesis de una alianza paralela para frenar a Jaime. Hay un elemento más atípico, el hecho de que a Felipe lo fortalecen en el Top of Mind “quienes aprueban al presidente Enrique Peña Nieto”. Su presencia es por sí misma contradictoria.
La maquinaria electoral del PRI parece estar operando a favor de Felipe de Jesús, posiblemente al percatarse que Ivonne Álvarez parece no recuperarse de los golpes recibidos (posiblemente fuego amigo) y ante la posibilidad de perder espacios de poder ante un eventual triunfo de “El Bronco”.
Previamente había hecho mención de posibles indicios de esta alianza que se consolida después de la alianza Bronco- FE. El comportamiento mediático dictaba la pauta de la alianza, alternando entre sus espacios críticas hacia “El Bronco” y brindándole a Felipe trato preferencial.
Lo que los resultados de este día sugieren es que entró en operación la estructura priista para favorecer al candidato del PAN, aunque es incierto bajo que términos. Lo que recurrentemente ha mencionado Felipe de Jesús es llevar a la justicia a los Medina, que parece ser una moneda de cambio conveniente para este gobierno, que posiblemente busca inmunidad ante la inminente alternancia.
La movilización de las bases del PRI para favorecer al PAN es operativamente más sencillo que hacerlo a la inversa, especialmente por las características de los grupos sociales que comprenden ambas instituciones políticas. El perfil del priista “de base” tiene más movilidad política: sectores aliados a sindicados, burócratas municipales y estatales, grupos de escasos recursos y bajo nivel académico. Es decir, grupos sociales cuyas necesidades sobrepasan su compromiso ideológico y posiblemente es más fácil que ante una orden superior operen a favor del que se les indique.
El perfil tradicional de la base panista es de menor movilidad en este sentido, ya que son sectores de mayor nivel socioeconómico y mayor nivel educativo, lo que los convierte en una base más comprometida ideológicamente y más propensa a la rebelión en caso a recibir “línea” de favorecer a otro partido.
Aparte de interesante y novedosa, esta elección también quedará marcada, posiblemente, como la elección donde más guerra sucia se ha dado y en distintas modalidades, como se puede constatar en la Encuesta SABA y los sucesos más presentes en la opinión pública.