Quince días después de que inició el vacío de poder en México, el presidente AMLO declara que no abandonará sus actividades habituales porque se generaría un vacío de poder.

 

Lo advertimos hace quince días: “El coronavirus o Covid 19, es el tema que domina las mentes de los mexicanos. Ya el pasado 12 de marzo, el 53.2% de los entrevistados en nuestro monitoreo nacional, así lo manifestó de manera espontánea.

 

Ante ello, y la declaración por la OMS de la pandemia, desde el mismo 12 de marzo suspendimos nuestras mesas Grilleras y bohemiadas y, de entonces a hoy, la sociedad civil ha ido suspendiendo eventos masivos y tomando previsiones, como decisión propia, no como acatamiento a indicaciones del gobierno federal, cuya cabeza principal, AMLO, no solo queda retrasado en el tema, sino que continúa abrazando y besando a sus fieles seguidores.

 

Es claro que quién debería ser el líder de las previsiones no lo es, y eso representa debilitamiento de AMLO como figura de poder, condición que produce lo que se conoce como vacío de poder o acefalia.”

 

Don Nicolás Maquiavelo ponderaba la anticipación, la previsión, como característica fundamental de todo príncipe prudente. Nuestro presidente no es prudente, no anticipa, se retrasa. Y ahora se preocupa por el vacío, del vacío de poder.