El triunfo de Jaime Rodríguez generó esperanza en algunos y duda en otros, por ello es necesario analizar objetivamente los contrastes con el gobierno anterior en relación al ejercicio del poder y su percepción. La vía por la cual El Bronco accedió al poder es simplemente eso, una vía que sirve de balsa pero no de destino; haber llegado por la ruta independiente no es un seguro de buen desempeño gubernamental, así como tampoco el haber llegado por otra vía asegura un mal desempeño.

La percepción de la inseguridad como principal problema del Estado presenta una tendencia a la alza que no comienza con el Gobierno de El Bronco, pues en los Monitoreos de SABA se observa que desde finales de septiembre del año gradualmente fue incrementándose el porcentaje de neoloneses que perciben un aumento en la inseguridad. La toma de posesión del Gobernador y la nueva Administración no han impactado positivamente los niveles de percepción en este rubro, pues a pesar del nuevo Gobierno, esta percepción continúa creciendo. El desempleo y la corrupción han perdido relevancia en las preocupaciones de los ciudadanos del Estado, señal de que por el momento ambos temas no son percibidos como prioritarios.

La denuncia contra el ex Gobernador Rodrigo Medina es lo más presente en la mente de los ciudadanos del Estado, lo cual genera un incremento en la aprobación del Gobernador –por el momento–, aunque Jaime presenta números similares a los de Medina al momento de dejar el poder. Posiblemente los constantes anuncios mediáticos de justicia sin resultados concretos han generado escepticismo en gran parte de la población y, a pesar de que le generan advertencias positivas en su aprobación, no se incrementan al punto de obtener números más favorables que su antecesor.

Llama la atención que los presidentes municipales poseen un fuerte capital político, pues en la aprobación a Alcalde obtienen un 50% que contrasta con el 37.6% que obtuvieron sus antecesores en septiembre. En la desaprobación se presenta una dinámica similar, a finales de septiembre se obtuvo un 55.4% y ahora un 28.8%. Estos números también sugieren que hay una disparidad entre la percepción ciudadana ya que todos los problemas sociales parecen responsabilizarse al Gobernador, el cual presenta desgaste, a diferencia de los Alcaldes quienes se encuentran mejor posicionados que los ex Alcaldes, mientras que el Gobernador presenta cifras similares a las de Medina al final de su sexenio. Se sugiere que la ciudadanía no tiene bien claro cuáles son las responsabilidades y atribuciones de cada nivel de gobierno.