Cuando más urge distensionar las cosas, con la polarización en un punto máximo, AMLO ni siquiera la burla le perdona a la Marea Rosa, cuando les dice: “¡Échenle ganas!”; solo le faltó agregar la palabra pendejos, pero sus seguidores completarán la frase.

 

El México que está quedando, está siendo cada vez menos atractivo para un sector denostado, vilipendiado y difamado desde el poder, por no decir que por AMLO. Son los más preparados, los que obtuvieron posgrados en el extranjero, los que tienen la capacidad para detectar y resolver problemas (analistas simbólicos -Robert Reich-), razón por la cual generan elevados ingresos (¿cuánto gana Loret?), condición que AMLO utiliza para atizar la envidia.

 

Se pierde de vista que, si tomamos en cuenta la razón ingreso/ aportación, muchos de los envidiados deberían ganar aún más, y muchos de los envidiosos deberían ganar aún menos.

 

Lo grave aquí, es que muchos, casi todos los mexicanos que nos formamos en el extranjero, rechazamos ofertas para quedarnos allá para nuestro desarrollo profesional, y por amor a México regresamos. Y muchos también, con relativa facilidad se pueden ir, y de hecho ya se están yendo.

 

Otro grupo tan o más valioso para el país, son los exitosos en el área económica, por diferentes razones, que ya también están recogiendo sus bártulos para irse con sus capitales a otros países, en especial USA, que periódicamente publica las facilidades que tienen para instalar sus negocios allende el bravo.

 

Hace días una mente idiota de la 4T ponderaba el éxito económico de China, sin necesidad de tener democracia. Lo que evidentemente no sabía, es que los chinos son antidemocráticos, pero no son pendejos. Ellos, en lugar de denostar a quienes se formaron en USA, fueron por ellos, los localizaron en posiciones clave para el desarrollo económico del imperio, y les ofrecieron regresar a su país, manteniéndoles los mismos privilegios de que disfrutaban en USA. ¡No les salieron con la pendejada de que nadie debe ganar más que el presidente! Eso explica en mucho el éxito económico de China.

 

En resumen, la polarización de AMLO está generando una sangría intelectual, económica y hasta genética a México.

 

¡Le está heredando a Claudia un México degradado!

 

Salvador Borrego, Ph.D.
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