Conmovedor, por decir lo menos, es el triste espectáculo que expertos y ministros están ofreciendo, tratando de razonar con el grupo de poder de AMLO que, si por algo se ha caracterizado, es por no moverse en los linderos de la racionalidad.

 

En la inútil faena y loco empeño de encontrar algún acuerdo que no desmadre todo el poder judicial, surgió la idea de que fuera gradual el relevo de jueces, ministros y magistrados de carrera, por los descerebrados seguidores de AMLO que habrán de sustituirlos.

 

La respuesta contundente de “Su Alteza Serenísima” AMLO fue que ni madres, que no se debe esperar a que se vaya el tiempo. Que la quiere toda; es más, la exige.

 

Créanme, compañeros, la polarización está a tal grado, que todo lo que huela a AMLO, sin consideración alguna de razón, empatía, humanismo, compasión o cálculo político, tendrá el apoyo incondicional de sus seguidores. Mientras sea presidente, ¡AMLO podrá hacer lo que quiera! La razón de vida de sus seguidores es complacerlo, aunque ellos mismos salgan perjudicados por sus locuras.

 

Hoy por hoy, tenemos solo una esperanza: ¡Es Claudia!

 

Salvador Borrego, Ph.D.
saba@sabaconsultores.com
sabaconsultores.com
youtube.com/c/SabaConsultoresVlog
8110664872