“A río revuelto, ganancia de pescadores”: se reconfiguran las elites de poder a nivel nacional.

Las circunstancias continúan siendo adversas para el presidente Enrique Peña Nieto, quien presenta alertas negativas consecutivas en su aprobación, reflejando que el tema del aumento de la gasolina continúa causando malestar en la mayor parte de la ciudadanía.

La negativa del presidente a suavizar la postura en referencia al “gasolinazo” es lo que lo impacta directamente en la percepción de su mandato y de su figura. Posiblemente cree que debido a la tolerancia que hubo de tales medidas en el sexenio de Felipe Calderón, la población acatará tales medidas de igual manera.

El escenario se vuelve más difícil al responsabilizar al sexenio pasado, pues recicla en la Secretaria de Hacienda a José Antonio Meade, lo que igualmente resta credibilidad a sus palabras; sin duda no hay una salida fácil y aplicar una reducción al impuesto IEPS- como plantean algunos políticos del PAN- inevitablemente trasladaría la carga fiscal a otra área. La necesidad de recursos es evidente y las soluciones escasas, aunque seguramente si quiere encontrar una salida viable se tiene que reducir la burocracia, reducir gastos superfluos como la compra del avión presidencial o temas de índole más simbólica que práctica, pues daría un mensaje de “solidaridad” con la ciudadanía.

Sumado a este escenario complicado para el presidente, parece haber una ruptura en el más alto nivel de la élite de poder afín al PRI, evidenciada con la llegada de Luis Videgaray a la Secretaria de Relaciones Exteriores, que inicia su gestión con una desafortunada frase que no abona a mejorar la percepción de la administración federal: “yo vine aquí a aprender”.

A momentos parece un plan extremadamente sofisticado para sumar aversión de la ciudadanía a la administración actual.

Desde que Videgaray artículo la visita del ahora presidente electo Donald Trump, hubo elementos que apuntaban a tal ruptura: Claudia Ruiz Massieu evidenció que la desplazaron, ya que públicamente dijo que no sabía de la invitación del candidato presidencial hasta momentos antes de concretarse, donde Videgaray se tomó atribuciones para realizar dicho evento.
Esta fricción parece tener su clímax con la renuncia de Ruiz Massieu de la SRE para designar a Videgaray, en una ceremonia donde se le vio evidentemente molesta a la ahora ex canciller.

Al ser sobrina de Carlos Salinas de Gortari, posiblemente representó un divorcio político que derivó en una operación política de Salinas sin tomar en cuenta al gobierno federal, pues empieza a circular en redes la posible candidatura de Carlos Slim, o al menos la iniciativa de que considere tal decisión. Slim fue el principal beneficiario con las privatizaciones salinistas al consolidar el monopolio de Telmex y elevarse como el hombre más rico del mundo, todo gracias a Salinas. Slim Helú ya figura en el “top of mind”, sugiriendo la efectividad del plan.

Posiblemente grupos de poder que brindaron apoyo a Peña están “abandonando el barco” al ver la bajísima aprobación del presidente y el desplome del alfil independiente de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, que goza de números similares a los de Peña. AMLO ya no se beneficia posiblemente por la parálisis derivada del miedo por los saqueos e incertidumbre, aunque no se debilita.

Las élites se reconfiguran con el río revuelto.