Esta semana se significó por un sainete donde participó la pareja presidencial, que desembocó en la renuncia de la directora de la Conapred y la cancelación de HBO del programa de Chumel Torres.

 

Lo que yo más lamento es que pasen inadvertidas las consecuencias de la censura generalizada, que nos ha traído la dictadura de lo políticamente correcto. Yo apuesto más por la tolerancia y el control de excesos en una sociedad con libertad de expresión, que por esta situación donde más del 60% de los mexicanos no dice lo que piensa por temor a los adalides de lo políticamente correcto. Ya no les dicen lo que les molesta, pero lo siguen pensando.

 

Pueden reprimir y festinar la decapitación de una víctima más, pero no van a conseguir por esa vía una mejor sociedad. Solo están generando una sociedad más hipócrita, que en la intimidad o el clandestinaje se expresará con libertad, mientras llega un Bolsonaro a liberarla de las cadenas de lo políticamente correcto, a cambio de otras calamidades aún peores.

 

La tolerancia es la mejor opción para la convivencia, y quienes más obligados están a ella, son quienes están en el poder.