El Dr. Víctor Manuel Toledo, Secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales, y biólogo de profesión, cimbró ayer el mundo político, al cuestionar decisiones de gobierno que van contra sus convicciones, fraguadas en su conciencia por su especialidad como científico.

 

La verdad es que calientan los absurdos, sobre todo los que se hacen evidentes a la luz de nuestra especialidad, y lo menos que podemos hacer es denunciarlos del modo más enérgico que podamos.

 

En mi caso, que soy estadístico de profesión, me encoleriza (encabrona para los cultos), la desfachatez con la cual AMLO pretende que sus consultas para tomar decisiones cruciales, son una forma de acatar la voluntad ciudadana.
Ahora nos enteramos que se apresta a realizar otra consulta, para decidir la suerte de una empresa de fertilizantes en Sinaloa. Por esta misma vía ya se cepilló una cervecería y el NAIM.

 

Sería más honesto que AMLO fuera más sincero, que se quitara la máscara, y en lugar de que nos diga que se cancelan las inversiones por mandato del Pueblo, nos diga, ad chilum, que se cancelan las inversiones por sus tompiates (güevos, para los no familiarizados con el náhuatl).

 

Me pregunto si cuando Nerón incendiaba Roma, también tenía una elevada aprobación entre los romanos.