Respiro para el Bronco y EPN – Freno en la percepción de inseguridad
Fernando Elizondo, la figura mejor valorada – Del “Don” al mote

Tanto Jaime Rodríguez como Peña Nieto registran recuperaciones moderadas en los datos que resultan de la última medición de SABA Consultores en Nuevo León. El Gobernador presenta sendas advertencias positivas tanto en aprobación, que aumenta a un 40 %, como en desaprobación, que desciende a un 42. Igualmente, su calificación sube a un 6,3. Buenas noticias, por tanto, para el Bronco. A esto hay que añadir que, en tema de importancia tan capital como la seguridad pública, la valoración de su labor también registra advertencia positiva, aumentando su calificación a un 6,3. Si a esto unimos que la percepción de la inseguridad como principal problema también desciende a un 40,9 %, igualmente advertencia positiva, podemos hablar ya de una buena tendencia en este aspecto. Haré mi pequeño homenaje a Juan Gabriel, y cantaré “Qué no diera yo”, en este caso para que se confirme esta tendencia no sólo en la percepción de los ciudadanos sino en la realidad de las calles. La inseguridad y la violencia no se terminan de un día para otro, pero lo que la gente pide (de hecho, un 17,6 % sigue pidiendo mejoras en la materia) es que se actúe con contundencia al respecto. Seguramente la noticia de la llegada de 300 elementos de la Gendarmería haya contribuido a la impresión en la ciudadanía de que se está caminando en el sentido correcto. Así que ya no es una cuestión de paciencia, como decíamos la semana pasada, la tendencia es un hecho.

Paciencia es lo que pide Jaime respecto al proceso contra Rodrigo Medina, y los datos dicen que, de momento, la está obteniendo. Por su parte, la imagen del exgobernador se sigue deteriorando al ser un 37,6 % los que lo consideran el peor político. Al tiempo de ese deterioro, y al margen de la inhabilitación por 10 años de dos de sus funcionarios, el asunto sigue en “stand by” y de momento no se anuncian nuevas investigaciones sobre corrupción, si bien hay señales (pendientes de confirmar) de que se están tomando medidas en cuanto al “cobijagate” y a la evidenciación de los deudores de Fovileón. Todo ello, junto con las noticias sobre el control de la deuda, nos puede dar las claves de la mejora en la opinión ciudadana sobre Jaime. Cierto es que para reducir deuda hay por fuerza que reducir el gasto estatal, lo que de inmediato resulta en un aumento del desempleo en los sectores relacionados con la obra pública y sus subsidiarios. Ésa es la cuadratura del círculo de un estado endeudado, y el desafío al que se enfrenta el equipo de Jaime.

No queremos dejar de destacar la figura no tan en la sombra de Fernando Elizondo. Los datos de la medición son concluyentes: es el funcionario de gobierno más conocido (64,1 %) y el mejor valorado con un 7,5 de calificación. Además, y a pesar de que en identificación partidista Movimiento Ciudadano se mueve en torno a 0, si hubiera nuevas elecciones el 14 % se decantaría por votar a Elizondo, lo cual indica por sí sólo el peso de su presencia en el gabinete y de su alianza con el Bronco, que no debería olvidarlo, y de hecho no lo olvida.

En cuanto a Peña Nieto, como decíamos, también obtiene un leve respiro y registra alerta positiva en aprobación, con un 23,7 %, siendo el hipocentro de esta reacción los priístas y los que andan jodidos, pero no demasiado, pues apenas han de tocar sus ahorros. Todo ello también con reservas, pues la medición se realizó antes del informe de gobierno, por lo que hay que estar pendientes en estos días de los efectos del mismo. Lo cierto es que el nuevo escándalo que salpicó al Presidente, el de su tesis, no ha impactado demasiado en las mentes de los nuevoleoneses, que tuvieron más presente el temblor del otro día (25,9 %) y la muerte de Juan Gabriel (8,5 %). Así que, de momento, Peña también en “stand by”.

Y otro que definitivamente también quedó en “stand by” es el Coordinador de la bancada priísta en el Congreso de Nuevo León, Marco González el “Pollo”, que está a la espera de la evolución de su situación tras el intento de moverle su sillón que ha sido abortado, de momento, por el mismísimo Ochoa Reza, que llamó a capítulo a los revoltosos y al propio pollastre para que, por ahora, haya paz, y nadie diga que los medinistas se cobraron lo de las cuentas. Un apunte: los preguntados vuelven a considerar el mejor político a Don Alfonso Martínez Domínguez. Hago hincapié en el Don, porque si hacemos una breve lista de políticos y candidatos más actuales, empezando por el “Bronco” y siguiendo por el “Pollo”, el “Benjas”, la “Colcha”, el “Cuate”, el “Bigotón”, el “Pomelo”, “Pepón”, “Titín”, el “Cuate” y un largo etcétera que así se autodenomina incluso en las boletas electorales, pareciera más bien que son los integrantes de una mara salvadoreña que servidores públicos o aspirantes a serlo. Algo ha debido pasar en estos años para que se haya recorrido sin rubor ese camino que va del “Don” al “El”. Y me da la impresión de no es algo bueno.