En enero escribió Ruth Marcus en el Washington Post que las lunas de miel no eran lo que solían ser. Señala que de acuerdo a Gallup, de Harry Truman a Richard Nixon los presidentes gozaban de un promedio de 26 meses de aprobaciones mayores al 55% al inicio de su período. Y posteriormente de Gerald Ford a Barack Obama ese período con aprobación mayor a 55% pasa de 26 meses a 7 meses. Donald Trump no tuvo luna de miel y Biden inició justamente en la línea de referencia de 55% de acuerdo a RealClearPolitics. Y ha mantenido a la fecha ese nivel según el sitio de Nate Silver, FiveThirtyEight.
Viví desde la Presidencia de la República, lo difícil que fue para Peña Nieto no tener luna de miel, pues siempre estuvo muy por debajo de ese 55% que toman de referencia los gringos. En contraste, AMLO se había mantenido holgadamente encima del 55% de aprobación. Justamente acaba de pasar el promedio de 26 meses que tuvieron los gringos de referencia de1945 a 1974 y ya empezamos a detectar signos de deterioro en Saba Consultores.
Específicamente en la aprobación se había mantenido con un promedio de 64.5% y en nuestra medición del 27 de febrero registra un 53.1%. En nuestra metodología, que toma en cuenta el pasado reciente de la aprobación de AMLO, este valor se considera una alerta negativa. ¿Podría ser este valor el preludio del fin de la luna de miel? En próximas mediciones sabremos si se recupera, se mantiene o sigue cayendo, tanto con respecto a su promedio de aprobación anterior de 64.5%, como con respecto a esta referencia de luna de miel de 55%.