Todo indica que, en el centro del diferendo entre un grupo de gobernadores y el Dr. Hugo López-Gatell, está la forma de definir los colores del semáforo de la pandemia, por el significado que, en este caso, tiene la cromática con el grado de normalización de nuestra vida social y económica.

 

Tengo la impresión, de que la fuente de discrepancias es que se pretende definir el color del semáforo atendiendo el aspecto de salud, pero teniendo de manera subyacente el tema económico.

 

Es claro que los dos temas son importantes y que, aunque de manera diferente, los dos impactan en lamentables decesos y calidad de vida de los mexicanos.

 

Creo que podríamos hacer un esfuerzo, por decidir haciendo explícita la gravedad del tema económico, y en lugar de tomar decisiones observando el eje de la salud, hacerlo con base en el plano cuasi cartesiano, formado por la salud y la economía.

 

Una forma simplificada de hacerlo, sería definir criterios consensuados que clasifiquen ambos aspectos en aceptable, tolerable e intolerable, para entonces definir nueve niveles de riesgo, esto es, en lugar de usar colores usar números que nos indiquen niveles de riesgo.

 

La tabla que adjunto precisa los nueve niveles de riesgo, siendo el 1 el que corresponde a la normalidad plena, al tener en niveles aceptables tanto el aspecto de salud como el económico (libertad total en la
vida social) y el 9 el de la mayor gravedad, al tener ambos aspectos en condición de intolerable (encierro y restricción de la vida económica a lo esencial).

 

Los otros valores están ordenados bajo la idea de que es más importante el aspecto de salud que el económico, pero reconociéndole a este último su relevancia.

 

¡Ojalá que esta idea sirva de algo!