Ayer parecía que nos empantanábamos con la OPEP, por no estar dispuestos a reducir la producción en más de 100 mil barriles diarios de petróleo.

 

Por fortuna, por gracia de Dios, nuestro presidente tiene un gran amigo de mano fuerte y brazo extendido, que salió al rescate. ¡Muchas gracias presidente Trump! Las izquierdas mexicanas le agradecen.