Conforme la clase política va comprendiendo el nuevo dinamismo del fenómeno político, se van generando esquemas nuevos de trabajo (correspondientes a nuestros Monitoreos y Cartas de Navegación Política) en remplazo de los esquemas que corresponden a las Encuestas.
Los Cuartos de Guerra son un concepto adoptado, justo de la guerra, a las campañas políticas. Son reuniones, por lo común semanales, donde se analizan encuestas, notas periodísticas y en general acciones propias o de los adversarios para fincar decisiones que habrán de ser evaluadas a la semana siguiente. La parsimonia de los cuartos de guerra corresponde a la parsimonia de las encuestas, pero no al dinamismo actual de la vida política.
Hoy en día sabemos que la correlación de fuerzas en una campaña política puede cambiar de la noche a la mañana y que esto nos obliga a medir de manera continuada, detectando aquellos sectores sociales que influyen en los cambios registrados. Que la opinión de los electores no nos esperará hasta el siguiente lunes para modificarse; en no pocas ocasiones los cuartos de guerra discuten sobre realidades que han dejado de existir.
En consecuencia, la misma idea de una reunión presencial se hace impráctica. Deben ser de manera virtual, aprovechando los esquemas modernos de comunicación colectiva. El estadístico a cargo de los Monitoreos y Cartas de Navegación Política, debe informar de inmediato a los demás integrantes del Cuarto de Guerra Virtual cuando algún cambio ocurre, indicando los sectores sociales que lo provocaron y todos los cambios en otros indicadores políticos que pudieran facilitar la determinación de las causas que provocaron los cambios registrados en la correlación de fuerzas.
Las decisiones consecuentes con los análisis se ponen en práctica y son sometidas de inmediato a un proceso de evaluación. Si se mantienen las alertas positivas o cesan las negativas habrán sido buenas decisiones; si ocurre lo contrario habrá que pensar en otra cosa. A veces se le podrá dar tiempo al tiempo, pero se está siempre puntualmente sobre el proceso. En este esquema se puede ganar o se puede perder, como en todos, pero no se admiten las sorpresas. Si no se gana debe ser porque de plano no se pudo, y no porque nos dormimos en nuestros laureles sin advertir los riesgos que enfrentamos.
Los Monitoreos y las Cartas de Navegación Política permiten ver más lejos que las encuestas, pero sobre todo dejan ver que el fenómeno político es mucho más interesante y complejo de lo que parece.
Hasta la próxima…
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