El día de hoy, el grupo editorial Reforma complace a nuestro presidente, y publica que su viaje a Washington resultó 18 veces más barato que los viajes de sus antecesores. Es una estimación puntual, específica sobre los costos directos de viaje, pero más importante que los costos específicos son los costos globales. Dicho de otro modo, cuánto nos está costando AMLO a los mexicanos.

 

Ojalá que nuestro presidente también se imaginara que alguna organización estimara los costos globales de su presidencia. Podría llevarse una sorpresa; veamos:

 

  1. La cancelación del NAIM ha significado un enorme costo. Tirar el dinero solo para dejar claro quién manda en este país.
  2. La desconfianza de inversionistas, tanto por lo anterior, como por la cancelación arbitraria de la cervecería de Baja California, mengua las inversiones, derivándose un enorme costo para el país.
  3. Anular la evaluación educativa, dejando en manos de los sindicatos una elevada cuota de control, en el mediano y largo plazo redundará en enormes costos para México.
  4. La ineficiencia comprobada de sus programas asistenciales, que para muchos son un fraude electoral, es otro enorme costo para el país.
  5. Mantener, contra viento y marea, a Don Hugo jugando con su enhiesta curva aplanada de la pandemia, nos cuesta en vidas, y es también una enorme sangría económica por múltiples razones.

 

¡Imagínense que alguna organización nos estimara el costo global de la presidencia de AMLO! Habría que verlo, pero a ojo de buen cubero, creo que nuestro austero presidente nos va a salir más caro que todos sus antecesores, del periodo neoliberal.