Crece el interés por el mundo político – El PRI, a la espera de definir candidato – Las alternativas independientes aumentan preferencias – AMLO se fortalece entre el amor y el odio de los encuestados

Decía Chesterton que no hay cosas sin interés, sino sólo personas incapaces de interesarse. La tendencia al desencanto parece estar remitiendo, y esto es una gran noticia. Según la última medición nacional de SABA Consultores, quienes se interesan por la política suben al 53,6 %, y en el indicador de intención de voto en caso de haber nuevas elecciones, quienes no se decantarían por ninguna opción son sólo un 17,6 %. Quienes quieran gobernar su destino deben participar activamente en él. La voz del pueblo es la más sonora de las salvas.

Señalemos que prácticamente todos los personajes que se les mencionan a los entrevistados en cuanto a teóricos aspirantes a la Presidencia (de todas las orientaciones) presentan advertencia o incluso alerta positiva en conocencia, lo cual rubrica la tendencia antes mencionada: el creciente interés popular en los acontecimientos políticos y quienes los protagonizan.

El PRI sigue sin definir un candidato, y tampoco hay ninguna figura que destaque entre los “presidenciables” priístas, ni en el “Top of mind” ni entre los miembros de ese partido que se les mencionan a los entrevistados. Pero, cuidado: en la media de la encuesta el PRI sigue en cabeza junto al PAN, con ligera ventaja, a pesar de que Acción Nacional presenta alerta positiva en intención de voto en esta medición. Sin candidato y con su principal figura pública, EPN, con la popularidad por los suelos, hay un núcleo férreo de electores que sigue ahí: de lo cuidadosos que sean los priístas a la hora de elegir y promocionar al aspirante van a depender muchas cosas. A la derecha, las preferencias de los panistas parecen decantarse por Margarita, a la espera de lo que haga Anaya y de cómo evolucione Moreno Valle, que acaba de recibir una amonestación del INE por correr antes de tiempo. Las alternativas independientes también aumentan en preferencias, al punto de integrar junto a PRI y PAN el triple empate que encabeza el indicador de voto en hipotéticos comicios, sin que por ahora ningún candidato personifique esa opción.

Finalmente, decir que AMLO se fortalece en esta medición: alerta positiva en la consideración como mejor político, que lo hace encabezar la encuesta junto a Felipe Calderón en ese apartado. Es el más mencionado en el “Top of mind” como preferido para próximo presidente en el monitoreo, y en ese rubro también encabeza la encuesta junto a Margarita. Ni qué decir tiene que es la referencia absoluta para los votantes de Morena: ya sabemos que son monoteístas. Hasta los del PRD, en plenas disputas internas, añoran su presencia, qué duda cabe, AMLO fue su Dios pero Mancera no es su profeta.

Por último, entre los personajes mencionados a los entrevistados como posibles candidatos, es, además del más conocido, el que encabeza la lista de preferencias, también junto a Margarita. Pero hay un obstáculo: es igualmente el considerado la peor de las opciones, y esta vez lo es en solitario, con nada menos que un 20,2 %. Y también es el que sigue a EPN en la consideración de peor político, en una serie de cinco mediciones por encima del promedio. AMLO tiene que revertir esa relación de amor-odio con el electorado, y tiene que hacerlo de un modo conciliador y sincero, porque de lo contrario correrá el riesgo de parecer el lobo con piel de cordero. Ser un viejo conocido del electorado tiene sus ventajas, pero también sus servidumbres.

Celebremos, pues, el creciente interés popular en el proceso político. No hay que permitir que la política se convierta en el arte de impedir que la gente se meta en lo que sí le importa.