El sentido común es muy importante, es una cualidad muy apreciada en los seres humanos, casi equivalente a la inteligencia; y lo contrario, la falta de sentido común, plenamente coincidente con lo que llamamos pendejez.
Pero el sentido común sirve solo para las cosas comunes, cuando entramos en temas especializados es claramente insuficiente, y en algunos temas como los estadístico-matemáticos, pasa directamente a ser pendejez.

 

Los problemas que tenemos para juzgar la evolución de la pandemia que sufrimos, es justo el hecho de que sigue una serie geométrica, cuyo crecimiento escapa a la comprensión del sentido común, y de eso se valen hoy los que pretenden sacar raja politica del alarmismo; como desde hace años se benefician los esquemas de ventas multinivel como Amway, poniendo a trabajar a incautos con la ilusión de que se harán ricos, y solo son soldados rasos ilusionados de un ejército de explotados, que hacen ricos a los dueños y directivos de la empresa (ahí te encargo Luisa María Alcalde).

 

Una serie geométrica se caracteriza porque al principio crece muy lentamente, pero de pronto explota, alcanzando valores monstruosamente exorbitantes. Para ilustrar este hecho se ha usado una leyenda, que dice que alguna vez el Rey de Persia (hoy Irán), fascinado con el juego de ajedrez, mandó traer a su presencia al inventor del juego, para agradecerle.

 

¡Pídeme lo que quieras! le dijo el Rey. El inventor agradeció el gesto y solicitó lo siguiente: solo te pido que me llenes los 64 cuadritos del tablero de ajedrez con granitos de trigo, de modo que en el primer cuadrito haya un solo granito, en el segundo 2, en el tercero 4, en el cuarto 8, en el quinto 16, y así hasta que se llene el tablero.
El Rey se ofendió. Pensó que el inventor se estaba burlando de él al pedirle algo insignificante. A decir verdad sí se estaba burlando de él, pero por otra razón: no se alcanza ni con la producción anual actual de trigo, para completar el regalo que pedía.

 

¡Así de engañosas son las series geométricas! Por eso debemos juzgar la evolución de la pandemia, teniendo como contraste lo que la serie geométrica generaría, si no se tomaran las previsiones que estamos tomando, como el quédate en casa. De acuerdo al modelo geométrico que hemos usado, el día 27 de abril debimos llegar a 2047 decesos, y hasta ayer apenas vamos en 1972; para ayer esperábamos (de acuerdo al modelo, no a nuestros deseos) 4095. Esto por supuesto son muy buenas noticias.

 

El juicio político sobre cómo se ha atendido la pandemia contempla otros factores, pero para nosotros, de momento, lo único que interesa es juzgar la evolución de los decesos, para determinar si vamos mejorando, si vamos igual que en los días previos, o si vamos empeorando. Y en atención a los datos, podemos afirmar que vamos mejorando, o al menos que: ¡podríamos estar mucho peor!

 

Hasta el 5 de mayo, cuando este modelo indica 8191 decesos. Dependiendo de los resultados, veremos si podemos cambiar de modelo, por otro que indique mayor aplanamiento de la curva. ¡Cuídense!