Un factor que podría ser determinante en las elecciones del 2021, es el de la pandemia. AMLO y Hugo López-Gatell se afanan por hacer creer a los mexicanos que las cosas ya van mejorando, que se desacelera la pandemia, mientras sus detractores difunden en redes sociales que una buena parte de las muertes son consecuencia del mal manejo de la crisis. Nos faltan 43 mil, es su último elemento propagandístico.

 

Mi chamba, por décadas, ha sido evaluar con el propósito de prevenir. Y siendo este tema tan sensible (mis dos padres acaban de dar positivo para COVID 19), me he dado a la tarea de evaluar la evolución de los decesos, basado en los datos oficiales, con la idea siempre de prevención.  La evaluación general es la siguiente:

 

  1. Los niveles medios de decesos diarios, han sido de 0.75 hasta el 14 de abril; de 71 hasta el 22 de abril; de 115 hasta el 4 de mayo; de 262 hasta el 19 de mayo y de 485 desde el 14 de junio.
  2. Llevamos un mes y medio que no se modifica el nivel medio al alza, pero se aprecia mucho más probable que suba a que baje.
  3. Todas las alertas y advertencias han sido de carácter negativo.
  4. No se aprecia, en consecuencia, ningún indicio de progreso, al no tener registros de alertas o advertencias positivas (por debajo de las líneas verdes y azules).

 

Es claro que este panorama luce preocupante, y en nada coincidente con las valoraciones que hacen AMLO y López-Gatell, pero el juego de la política es el juego de las percepciones más que de las realidades.

 

A final de cuentas la pandemia perderá fuerza y recuperaremos la normalidad. Pero en términos políticos el tiempo será el factor determinante; si en los días próximos empieza a perder fuerza la pandemia, AMLO y la 4T saldrán bien librados, si se retrasa mucho y se cumplen los pronósticos internacionales de que superaremos los 100 mil muertos, AMLO, sus científicos y la 4T, verán al diablo por un agujero.

 

Nosotros sabremos cuándo llegue ese momento crucial del principio del fin de la pandemia. Nuestro monitoreo empezará a mostrar advertencias y alertas positivas, y si las mejoras se consolidan, empezarán también a conformarse series por debajo del promedio. La evolución del nivel medio de decesos, que ha pasado de 0.71 a 71, 115, 262 y finalmente a 485, deberá involucionar para ir en descenso, hasta llegar al anhelado cero. Cuando se registre la primera advertencia positiva, será como el avistamiento de un ave, que anuncia tierra firme a un barco a la deriva.

 

Los días que siguen serán cruciales, veremos si triunfa la estrategia del engaño que aplican AMLO y López-Gatell, o si sus detractores logran asociar, este luto nacional, a un manejo ineficiente de la pandemia.

 

Veremos también, en nuestros indicadores políticos, el impacto electoral de este tema, aunque confundido con los efectos de otros de gran relevancia en curso, como las crisis económica, de seguridad, y por supuesto, el caso Lozoya.