PRI, PAN y PRD, se ponen de acuerdo.

Como bien saben los que tienen algún tiempo de seguirme, durante varios meses hemos estado evaluando las posibilidades de varios precandidatos presidenciales de los diferentes partidos.

En MORENA y sus aliados los más fuertes son claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, aunque las tendencias sugieren que la favorita de AMLO se va a desplomar.

Por el lado de MC, Luis Donaldo Colosio lidera claramente, y por la alianza PRI-PAN-PRD es Ricardo Anaya quien aventaja, con todos los asegunes por su complicada situación legal.

El acuerdo al que han llegado en Va por México, que consiste en dejar al PRI las candidaturas para EDOMEX y Coahuila, dejando al PAN el control de las candidaturas para CDMX y la presidencial el 2024, viene a encausar las cosas en esta alianza opositora, pero también a distorsionar mucho de lo hasta ahora logrado.

Respecto de este acuerdo, a bote pronto, tengo los siguientes comentarios:

En esencia me parece un acuerdo cobarde, donde las dirigencias del PRI y PAN privilegian el amarre de candidaturas, en lugar de correr el riesgo democrático de permitir que La Muchacha, el Pueblo, decidiera en cada caso a los mejores candidatos, con independencia de su militancia.

El mayor costo de la cobardía referida es que bajará significativamente el activismo de los panistas para el 23 y de los priistas en la contienda presidencial ya en curso. Beatriz Paredes y Enrique de la Madrid, ya pueden ir recogiendo sus bártulos porque, a pesar de sus excelentes perfiles, la probabilidad de que la dirigencia panista los seleccione es casi nula.

Por lo pronto yo seguiré con mi ejercicio semanal, teniendo el Top of Mind (intención de voto para la presidencia de manera espontánea) como el criterio para decidir las opciones de respuesta a la pregunta de a quienes prefieren como candidatos. Que los partidos hagan su juego, y nosotros haremos el nuestro; de la mano de la Opinión Pública, jugaremos a la democracia de manera virtual.

Es claro que, en la medida que las opciones de los partidos se vayan cerrando, los medios de comunicación y las redes sociales centrarán su atención en ellos, y de manera inevitable impactarán en nuestro Top of Mind, y los caminos habrán de cruzarse; una vez definidos los candidatos, haiga sido como haiga sido, seguiremos la elección presidencial puntual y públicamente como lo hicimos en el 2006.

Así las cosas, compañeros, por lo pronto veremos qué pasa en las elecciones de este año, que yo no habré de seguir públicamente, aunque no descarto que me contrate algún candidato para ayudarle a ganar la elección.

Libertad, igualdad, fraternidad y racionalidad.