Nuestros mártires persiguen a AMLO.

Ayer inició una fuerte reacción de la Iglesia Católica, por los asesinatos de los sacerdotes jesuitas en la sierra Tarahumara. La cadena nacional de oración no será un acto aislado, sino el comienzo de un activismo político en los más de 7000 templos católicos del país, con claro potencial para irradiar en todo el contexto social.

Según el diccionario, un mártir es una “persona que muere o sufre grandes padecimientos en defensa de sus creencias o convicciones”, que es justo lo que les pasó a los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora.

En otra de las acepciones, mártir es también una “persona que se sacrifica en el cumplimiento de sus obligaciones. Es un mártir de su profesión.”, y en este caso tenemos a nuestros mártires del sector salud, que perdieron su vida luchando contra la pandemia.


Es claro que no han sido ni AMLO ni la 4T quienes directamente generaron estos mártires, pero también es claro que fueron las decisiones de AMLO las que propiciaron estas desgracias. En el primer caso por la absurda política de “abrazos no balazos”, y en la segunda por no proporcionar los recursos para que el sector salud enfrentara la pandemia con todas las previsiones de seguridad, destacando entre ellas no vacunarlos de manera preferencial.


Los médicos y personal de salud apenas han podido reaccionar ante el agravio y han tenido que soportar la desconsideración adicional de traer a médicos cubanos mejor remunerados que ellos.


Lo de los sacerdotes es otra cosa. Ayer iniciaron las hostilidades, con un discurso muy similar al de AMLO; no hablan de odios, hablan de amor, pero claramente sugieren, haciendo una traducción libre de la liturgia, que: a chingar a su madre lo que no sirva.


Lo más grave para AMLO y la Morena, que ahora sí parece que las va a aflojar, son las siguientes consideraciones:

 

  1. El mercado de influencia de AMLO es el mismo que el de la iglesia católica. Por consecuencia, podría deteriorarse.
  2. La iglesia no tiene que esforzarse por ir a buscar a la Muchacha. La Muchacha acude solita a ella, todos los domingos y fiestas de guardar.
  3. Se potenciarán los otros agravios. Desde ya, la iglesia no se circunscribe al tema de sus mártires.
  4. El enfrentamiento es inevitable. Para frenarlo, AMLO tendría que dejar de ser AMLO, y los tiranos se caen cuando dejan de serlo.
  5. La Santa Madre Iglesia es “chinga quedito”, igual que AMLO, pero supera a AMLO, por amplísimo margen, en inteligencia, en recursos y en “perversidad” (entrecomillado para que no me excomulguen).
  6. Por otra parte, la Iglesia lleva dos milenios invicta; ante ella, AMLO, los Morenos y la 4T, resultan pocos y mal armados, además de pendejos.
  7. Moraleja: ¡Arrepiéntanse!



Así veo yo las cosas compañeros, pero, como siempre, lo importante es lo que piensa la Muchacha. Tengo con ella mi habitual cita esta tarde; quizá ya se muestre decepcionada o confundida, o quizá me diga que sigue locamente enamorada de AMLO. Mañana, a la 1:00pm por Facelive de Salvador Borrego, saldremos de dudas.



Libertad, igualdad, fraternidad y racionalidad.