Del Momentum al Nihil de Monreal.


Varias veces, en estos dixits, destacamos las oportunidades que tuvo Ricardo Monreal de pasar a la historia como un defensor de la Constitución y el decoro personal, ante las embestidas de AMLO contra nuestra endeble democracia e instituciones que la soportan.


Amigos comunes al senador y a un servidor, me aseguraban que era inminente su rompimiento con AMLO. Siempre expresé mis dudas, pero también mis esperanzas. Hoy se han despejado las primeras y esfumado las segundas: Ricardo Monreal prefiere ser NADA, que traicionar a quien ha traicionado todo.


¡No diré más! ¡No vale la pena! Una vez más, ante la gravedad que significa ver a un poderoso humillarse tanto ante otro más poderoso, prefiero evadirme. Buscar refugio en la sabiduría popular que se decanta en nuestras canciones vernáculas, y solo dejar otras frases a nuestros políticos, que pudieran serles de utilidad en su futura relación con AMLO. Todas son de la canción A los Cuatro Vientos de Tomás Méndez:


  1. Dejen que el llanto me bañe el alma.
  2. Quiero gritar a los cuatro vientos que no soy nada, que no soy nadie que nada valgo sin tu querer.
  3. Quiero que sepas que estoy pagando un llanto amargo, mi falso orgullo mi vanidad.
  4. Quiero que sepas que al verte ajeno mi falso orgullo se doblegó; que poco valgo sin tu cariño; que poco valgo ya sin tu amor.

 

Es todo compañeros, solo quiero agregar que, inevitablemente, martillean en mi mente las palabras de Enrique Santos Disépolo, cuando en su tango nos dice:


“Esta noche me emborracho bien,
me mamo, bien mamao!,
pa’ no pensar”.


Libertad, igualdad, fraternidad y racionalidad.