Después de la euforia la decepción,


Muchos de mis amigos opositores, recibieron como un balde de agua helada los resultados de mi Monitoreo Nacional: AMLO mantuvo su popularidad. Pasaron de la euforia a la decepción, y no deberían de sentirse abatidos y menos enojados con La Muchacha.


Ni AMLO ni la correlación de fuerzas favorable a Morena se van a deteriorar, al menos mientras no sufran un gran descalabro, porque quienes los soportan difícilmente modificarán sus posturas: 45% de su apoyo es de personas que reciben dinero de los programas sociales, y el restante 15 o 20%, son los que siempre han seguido a AMLO, por afinidades ideológicas o de traumas psicológicos.


Lo interesante es que ese 45% de su fuerza en encuestas, pasa severamente disminuido a las urnas, como hemos tenido oportunidad de constatar en las consultas y en la elección del 21, y también en el nulo apoyo para comprarle boletos de la rifa del avión presidencial.


En consecuencia, a mis amigos fifís los conmino a que no decaiga el ánimo. Si no se me apendejan y hacen una buena alianza con los partidos, para escoger a la brevedad un buen candidato, al mejor candidato posible, se puede llegar en condición competitiva a la presidencial del 24. Olvídense de democracias internas y pendejadas de esas, solo postulen a un chingón, y vaya que hay muchos, y a darle que es mole de olla. Las circunstancias que serán favorables, por el desprestigio internacional de AMLO y los suyitos, y el desgaste que a final de cuentas habrán de generarle sus paupérrimos resultados, harán lo demás.


Libertad, igualdad, fraternidad y racionalidad.