¡Olvidemos la ley! ¡Hagamos encuestas (¿censos?) de Call Center!
Para AMLO las cosas son muy simples, seguramente los pendejos de Sygmunt Bauman y Niklas Luhmann, alucinaron cuando lo vieron complejo, y cada vez más complejo, haciéndose necesarios desarrollos científicos y tecnológicos para tener mecanismos de reducción de la complejidad, a efecto de conducirnos de mejor modo en este mundo líquido lleno de incertidumbres. Que en buen cristiano significa, evitar caer en sus trampas cometiendo menos pendejadas.
AMLO sugiere una encuesta, para que los pueblos de Guerrero y Michoacán decidan si Salgado y Morón son o no candidatos a la gubernatura. Unas encuestas telefónicas donde les pregunten a todos (sic). Aquí hay una confusión presidencial. Si se les pregunta a todos, deja de ser encuesta para convertirse en censo.
Pero lo complicado es que hay dos factores a resolver: tiempo y dinero.
Dos censos requerirían más de dos meses de trabajo para una empresa normal, o sea que para cuando se tenga la información, ya habrían concluido las elecciones.
Si se juntaran varios Call Centers para sacar esa chamba, en un tiempo razonable, la otra pregunta que queda en el aire es la siguiente: ¿Quién va a pagar?
El desenlace común de estos dramas, generados al suponer simple lo que es complejo, es que los resultados no sean los esperados, por no decir que terminan siendo desastrosos.
Ojalá no insista AMLO en esa idea de la encuesta no encuesta porque es censo, y opte por la única solución sencilla a su disposición: Que le ordene al compañero Vargas del Tribunal Electoral, que les reponga las candidaturas a Macedonio y Morón.
Hay otra solución simple pero poco probable: ¡Que les apliquen la dura a Macedonio y Morón! Por aquello de que: “Dura lex sed lex”.
Lo mejor de todo es que México se ha hecho de nuevo predecible: ¡Salgado Macedonio será gobernador!
¡Hasta la próxima!
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