¡A ver si ahora me entienden!

 

Comentaba hace días que esto que se vive con AMLO y Morena, me recuerda el 16 de marzo de 2006. En aquella ocasión detecté antes que nadie, como siempre, que el tema de la chachalaca había sacudido a AMLO. Mis afirmaciones contrastaban con las encuestas que inmediatamente después se publicaron; recuerdo la de Reforma, que indicaba que AMLO seguía con la misma fortaleza; que no le habían quitado ni una pluma al gallo, y los editorialistas y comentaristas trataban de racionalizar los resultados diciendo una bola de insensateces.

 

Pues bien, hoy el Financiero publica su encuesta mensual y nos informa que AMLO tiene una aprobación de 63%, y he visto a Raymundo Riva Palacio comentar la encuesta, dándola por buena.  ¿En serio creen ustedes que, en medio de tantos problemas y el escándalo por Félix Salgado Macedonio, AMLO se haya fortalecido? Por supuesto que se ha debilitado y nosotros lo detectamos en nuestro monitoreo del sábado pasado, al registrar en su aprobación una Alerta Negativa.

 

Ahora bien, ¿por qué Alejandro Moreno, quien hace las encuestas para el Financiero, nos informa que AMLO tiene 63% de aprobación? ¿Es Alejandro un mal encuestador? ¿El Financiero se quiere congraciar con AMLO? ¡Por supuesto que no! Alejandro Moreno es un excelente encuestador, y la estimación de 63% de aprobación para AMLO en su encuesta, es casi idéntica a nuestra estimación DE ENCUESTA para la aprobación de AMLO, ¡que fue, para el periodo del 2 al 27 de febrero, de 62.4%! ¡Un valor casi idéntico al que obtuvo Alejandro!

 

¿Cuál es el problema entonces? Pues que las encuestas sólo son confiables cuando hay estabilidad en las opiniones, y el escándalo de Salgado Macedonio rompió esa estabilidad.

 

¿Cómo podemos saber si hay estabilidad en las opiniones? No haciendo encuestas de manera directa, sino de manera indirecta, desglosándolas en cuatro mini-encuestas, para formar Monitoreos. En caso de que el Monitoreo muestre estabilidad, damos por buena la encuesta y decidimos con base en ella; si no hay estabilidad, como es ahora el caso, desacreditamos el resultado de la encuesta y decidimos con base en el resultado de la última mini-encuesta (del último punto del Monitoreo), que en este caso fue de 53.1%, y se aprecia en nuestro Monitoreo como Alerta Negativa, esto es, como falta de estabilidad.

 

En conclusión, las encuestas, las del Financiero, las de Reforma y todas las que se hacen en el mundo, incluidas las mías, YA NO SIRVEN. Representan siempre el riesgo de darnos información falsa, para tomar decisiones desafortunadas y eventualmente muy costosas. Tengo décadas de tratar de explicar esto, pero tanto el gremio encuestador, como los estrategas políticos, los intelectuales, los medios de comunicación y los mismos políticos (excepto mis clientes), han sido muy testarudos, y siguen aferrados a las encuestas, a pesar de todos los descalabros y desfiguros que les han hecho pasar; el caso de Ciro Gómez Leyva es emblemático. Sigue sin entender la idea y sigue presentado encuestas absurdas en sus emisiones.

 

Así es compañeros. Les adjunto de nuevo el video donde explico, con bolitas y palitos, cuál es la idea, que será la forma en que en el futuro se mida la evolución de la opinión pública.

 

¡Hasta la próxima!

 

saba@sabaconsultores.com