No recuerdo un proceso electoral, en mis casi 40 años de estudiar, como estadístico profesional, los fenómenos electorales en México, con mayor dosis de incertidumbre, como el que estamos viviendo.

 

Veamos:

  1. Cuando en 1993 enfrenté el problema del porqué fallan las encuestas, lo que encontré no fue una forma de hacerlas infalibles (algo imposible), pero sí los criterios para fundamentar la recomendación a los clientes de cuándo hacerles caso y de cuándo NO HACERLES CASO.
  2. En mis estimaciones, hasta el lunes pasado, Claudia tiene 76.8%, Xóchitl 19.3% (no es albur) y Jorge 3.9%.
  3. ¿Si mañana fueran las elecciones, ganaría Claudia con tan amplio margen? ¡Por supuesto que no!
  4. El margen se reduciría porque los grupos que más apoyan a Claudia son sectores marginados, que tienden mucho a la abstención.
  5. ¿Qué tanto se desinflaría Claudia? ¡No lo sé! Una referencia es la elección del 2021 en que Morena y la oposición quedaron casi tablas, pero no hay garantías de un desinfle de ese grado. Podemos anticipar que habrá un desinfle, pero no de qué tamaño.
  6. La incógnita del desinfle por abstención se despejará hasta el 2 de junio. Se puede decir que podrá hacerle un daño moderado o severo a Claudia, en función de cómo se altere la correlación de fuerzas de aquí al día de la elección.
  7. Respecto de lo anterior, es claramente descorazonador, para la causa de Xóchitl, que los monitoreos de intención de voto son muy estables. De continuar así, no solo se asoma el triunfo de Claudia sino también el temido plan C.
  8. Nuestros monitoreos se actualizan cada lunes, de modo que en este caso no tendremos que esperar al 2 de junio para saber si podremos esperar un cierre importante el día de la elección.
  9. El otro problema que añade quizá la mayor dosis de incertidumbre a este proceso, es que AMLO ya lo vició al grado que podría solicitarse su anulación.
  10. Es claro que entre más cerrada quede la elección, mayor riesgo habrá de que se pueda anular. En consecuencia, podemos decir que los monitoreos irán dictando la suerte de este proceso.

 

Así veo yo las cosas; en la incertidumbre surgen los temores y las esperanzas. Finalmente será lo que será; la voluntad de un pueblo mayoritariamente engañado, que se encamina a un abismo.

 

Salvador Borrego, Ph.D.
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