Hoy inicia uno de los periodos más tristes de México. La consecuencia más dolorosa de la pandemia, la que temíamos que llegara, ya llegó: en la Ciudad de México está colapsando nuestro sistema hospitalario.

 

Ya poco importa si la curva es leptocúrtica, mesocúrtica o platicúrtica, y tampoco importa que les explique qué demonios significan estos términos. Lo que importa es que ya entramos en lo más triste de este trance y que debemos mantener la calma y estar más unidos que nunca, para salir con las menores bajas posibles.

 

Hago votos por nuestros médicos, personal de enfermería y sanitario en general. ¡Son nuestros héroes!
Entramos también a una nueva escalada en la confrontación política. Estemos atentos a los personajes políticos. Los que busquen la conciliación o al menos la tregua, mientras pasa la contingencia, serán los que merezcan nuestros votos.