El pasado 29 de marzo comentamos sobre la evolución de los decesos provocados por el COVID-19. Dijimos entonces: “Si consideramos que una serie geométrica es el modelo matemático de esta pandemia, entonces la evolución de las cifras sería: 1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128, etc. Y la evolución de los decesos acumulados sería: 1, 3, 7, 15, 31, 63, 127, 255, etc.

 

Dado que a diez días del primer deceso llevamos 16 decesos en total, significa que en tres brincos llegamos al cuarto valor de la serie geométrica. O sea que cada brinco se da entre tres o cuatro días. Supongamos que cada cuatro días, para no ser alarmistas.

 

“Entonces al primero de abril llegaríamos a 31 decesos, el cinco de abril a 63, el 9 de abril a 127, el 13 de abril a 255, etc. Si el registro de decesos en las fechas señaladas son los indicados, estaremos en una gravísima situación, si son significativamente inferiores serán muy buenas noticias.”

 

Pues llegamos a la primera fecha proyectada, hoy 1 de abril, y en lugar de 31 decesos resultaron 37. Es claro que no son buenas noticias, pero no debemos alarmarnos de más. Esperemos al 5 de abril, cuando deberíamos tener 63 decesos de acuerdo al modelo matemático sugerido. ¡Ojalá que no lleguemos a los 63!

 

¡Cuídense!