Este día, 26 de mayo, hemos llegado a los 8134 decesos. La cifra esperada para el 29 de mayo era 8191. Llegamos tres días antes, pero es claro que el modelo de contraste es ahora el de duplicaciones cada seis días.

 

Es difícil decir que es un avance, porque el sentido común indica que es un retroceso, dado que este día tuvimos un valor récord de muertes, pero así es, ¡es un avance! Como lo hemos dicho antes, un avance dentro de la tragedia. La siguiente fecha de contraste es el 4 de junio, y la cantidad luce escalofriante; serían 16,383. Ojalá lleguemos a esa fecha con muchísimos menos.

 

Nada envidiable la tarea de quienes tienen que dar la cara por este tema. Ante la incertidumbre y las dificultades para la comprensión del problema, en nada ayudan las contradicciones, los pronósticos fallidos y las rectificaciones.
Veremos en qué termina esto.

 

Como diría Bertrand Russell: “bueno es lo que bien termina”, de lo cual se deriva el corolario: Malo es lo que mal termina.