Por noble que sea una causa, no puede permitirse que, al amparo de ella, se cometan pendejadas.
¡Las encuestas no pueden ser juzgadas por sus resultados! Porque la propia condición de que las muestras deben ser aleatorias implica que ¡cualquier resultado es posible!
La gente de Xóchitl, en especial Max Kaiser, están difundiendo esta convocatoria al linchamiento profesional de las casas encuestadoras cuyos resultados consideren a modo, esto es, cuyos resultados no les agraden.
Espero que Xóchitl no esté avalando esta pendejada, y si se entera de ella, que la desautorice y la frene.
Les dejo el tuit de Max, y la respuesta que le di:
Ayer me enteré de que se está haciendo un gran registro y se está documentando el actuar de todas las empresas “encuestadoras” que están publicando “encuestas” a modo y por instrucción del obradorato. La idea es exponerlos como los vendidos que son, para que sólo puedan venderse en el futuro como despachitos de propaganda electorera, y nunca más como casas encuestadoras. “Le hacen mucho daño a contexto informativo, a su propio gremio y a la contienda electoral. Es hora de exponer a los tramposos.
Mi respuesta a Max:
¡Ay, Max! Eres indudablemente inteligente, pero no conoces el mundo de las encuestas de manera suficiente. ¿Estarías dispuesto a un debate público conmigo, sobre este tema? Te anticipo. ¡Esta propuesta de hostilizar a las casas encuestadoras, es una pendejada!
Salvador Borrego, Ph.D.
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