Nuestro presidente se sigue equivocando. Le niega capacidad de criterio independiente a tres personajes claramente inteligentes: Talhía, Chicharito y Eugenio Derbez. Los reduce a simples manipulados de los conservadores, y en respuesta ofrece lo que más desea: empatar la revocación de mandato con las elecciones del 21. ¡Chalupa y buenas!, dirían en mi barrio.
La revocación de mandato es casi imposible que se logre, por más esfuerzos que hagan los polarizados contra la 4T. Lo deduzco, porque en el peor momento de EPN hubo voces que pedían su renuncia, y yo le pregunté al pueblo bueno del modo correcto; esto es, haciendo una encuesta, y me dijo que no quería que renunciara. En consecuencia AMLO, con la aprobación que tiene, saldrá muy bien librado el 22, y no porque todos lo que votaremos porque permanezca pensemos que lo está haciendo bien, sino por las graves consecuencias de que se vaya antes de tiempo.
Lo que sí está en riesgo es la mayoría para Morena en la Cámara de Diputados, y nada bien le hace a la 4T, que el presidente cometa el feo error de andar buscando beneficios políticos en tiempos de angustia, temores, hambre y dolor extremos, por la pandemia.
Hoy medimos lo nacional. Veremos si la tela de la araña que es nuestra indulgencia nacional con el presidente, resiste los nuevos elefantes (errores) que AMLO invita alegremente a columpiarse.