El Bronco tiene carta blanca de sus bases para nombrar al gabinete / El PRI resiste a pesar de Medina / Fernando Elizondo, ¿ayuda o carga?
Con la cuarta medición de SABA Consultores, tenemos ya una muestra sólida para sacar conclusiones acerca de las preferencias de los nuevoleoneses en diferentes aspectos, en especial sobre la composición del gabinete de Jaime Rodríguez.
La gestión de Medina y del Presidente Peña Nieto presentan sendas advertencias negativas, que tienen su principal base (hipocentro), entre las personas con estudios y los descontentos tanto con Medina como con todo en general. La gestión del gobernador saliente genera rechazo entre las personas de mediana edad y los que tienen ingresos entre 8.500 y 20.000 pesos mensuales. En general, hay cierta identificación entre los que censuran a Medina y los que lo hacen con Peña. Se podría decir que el PRI (y la figura del Presidente) se resienten, pero como contrapunto aparece una advertencia positiva precisamente en el número de los que se consideran priístas, que se concentra en las gentes de pocos estudios y entre 46 y 55 años, así como en los que aprueban la gestión tanto de Peña como de Medina. Digamos que el priísmo de base es contumaz, que esto sea una virtud o un defecto es harina de otro costal.
En cuanto al gabinete, nos preguntamos si fue un acierto por parte del Bronco plantear en las redes sociales la opinión de la “raza” acerca de estos nombramientos. Sería ingenuo pensar que un Gobernador no pueda rodearse del equipo que estime más oportuno, en función de sus afinidades y de la capacidad de los elegidos para el puesto. Además, en mi opinión, así debe ser. Sin embargo, dicen que uno es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras, y la fuerte dosis de populismo que tiñó su campaña, empezando por el tan exhibido eslogan “La raza paga, la raza manda”, ha generado mucha expectación acerca de si cumplirá o no con las preferencias populares. No hay duda de que en caso de que los nombres que se barajan entre las preferencias de los preguntados no coincidan en un alto porcentaje con los nombramientos definitivos, el tema va a dar mucho que hablar. Jaime habría caído víctima de su propia dialéctica. Y bien pronto. Veremos si calibró bien la jugada o por la boca morirá el pez, quedándose todo en un brindis al sol.
Otra cosa es que el grueso del fortísimo apoyo popular (un 54,3 %) que tiene el Bronco lo perciba así. En el estado de euforia que preside el ánimo de sus bases, es probable que se perdonara o pasara por alto la posibilidad de que Jaime no haga del todo caso a las preferencias ciudadanas. De hecho, viendo los resultados de esta medición, la preocupación por los que serán designados como miembros del gabinete se presenta casi nula. Lo que preside las mentes de los entrevistados sigue siendo la inseguridad, con un 41,2 %, y a bastante distancia la corrupción, con un 8,8 %. Entre los acontecimientos recientes, continúa en primer lugar el incendio de Escobedo, seguido del enfrentamiento en la CROC. Se podría decir incluso que la gestión de Medina está más presente en los pensamientos de los encuestados que lo que vaya a hacer el Bronco, que gozaría, de momento, de una especie de carta blanca por parte de sus bases. A razón de eso, podemos deducir lo nefasta que aparece a percepción del ciudadano la gestión de su predecesor. Esperemos que administre bien esa confianza.
En cualquier caso, también sería ingenuo pensar que la etiqueta de independiente que lleva a gala lo libra por sí sola de las presiones y servidumbres de los grupos de influencia. Zafarse de tal cosa a las primeras de cambio sería digno del mismísimo Houdini. Sin embargo, parece que los ciudadanos desean soluciones sobre problemas más lacerantes y cercanos para ellos, como son los señalados (inseguridad, sobre todo) que por los movimientos políticos de alto nivel en el reparto de despachos y prebendas.
En ese orden de cosas, conviene señalar que tampoco parece preocupar demasiado el problema que le ha surgido al Bronco con el puesto que pensó “ad hoc” para Fernando Elizondo. Los rumores sobre roces entre Jaime y él; la modificación del Congreso acerca del cargo de Coordinador General, los posibles celos de Manuel González (y el seguro equívoco sobre las competencias entre la Coordinación y la Secretaría de Gobierno); el intento de El Norte de descarrilar a Roberto Flores y de influir en los nombramientos; incluso la posibilidad de que los obstáculos para la creación del cargo sean una maniobra del propio Bronco para reducir la influencia de Elizondo (tanto el PRI como el PAN podrían ayudar a ello, aunque por razones bien distintas): todo ello no aparece entre las preocupaciones populares. Tan sólo, y muy tímidamente, algunos entrevistados señalaron la posibilidad de que el Bronco siga en campaña, pero con vistas a las Presidenciales. Podría ser.
Los favoritos de los entrevistados para los puestos del gabinete siguen sin cambios con respecto a las últimas mediciones, destacándose los ya nombrados Manuel González y Roberto Flores. El resto de los nombres, los ya sabidos: Gerardo Guajardo, Fernando Turner, Ramón de la Peña, Arrambide, Martha Patricia Herrera, Manuel Enrique de la O, Enrique Torres. No sabemos si Elizondo, a estas alturas, representa para Jaime una ayuda o una carga, aunque debiera tener en cuenta que Fernando es el político mejor valorado, por delante de él mismo.
Pero Jaime Rodríguez tendrá en cuenta todo esto… o no. Ahora, a la puesta de largo mañana en Fundidora. Para lo demás, de momento, tiene carta blanca.