Los resultados de las mediciones de Saba hasta el 11 de mayo, resumidos y explicados en el editorial del Dr. Salvador Borrego como los logros de números record y alertas positivas de Bronco en el Top of Mind y en la intención de voto, mientras que los de Ivonne Álvarez presentan un progresivo deterioro, tienen que ser atribuidos no a un evento en particular, sino a la dimensión del descontento general contra la clase política, misma que Felipe Calderón describe como “debilidad institucional” pero de la que, naturalmente, se lava las manos aunque muy probablemente nadie ha contribuido tanto como él a destruir la credibilidad de las instituciones. El descontento se aprecia en el sólo hecho de que en el periodo medido un promedio de 75.6% de los entrevistados por SABA dijeron no sentirse identificados con ninguno de los partidos. Esto se expresa también en que el hipocentro de los números récord de Bronco, el 32.6% en el Top of Mind, y el de intención de voto con un 35.0%, tiene su hipocentro o base principal entre quienes no votarían por ningún partido, quienes reprueban la labor de EPN y quienes desaprueban la labor del gobernador Rodrigo Medina.

Este ascenso de Bronco es inversamente proporcional al deterioro que SABA explica de los números de Ivonne Álvarez a partir del 19 de marzo. Estamos ante la anomia social mal llamada descontento por los periodistas y políticos, que según el sociólogo francés E. Durkheim se genera siempre en los procesos de crisis económica típicos en la economía liberal. El problema es que la anomia es un fenómeno que solo es tratable con empatía, es decir, con la capacidad que pueda tener un dirigente de comprender lo que ocurre, la crisis y su dinámica, y lo que la gente pueda sentir. Desafortunadamente, la clase política encumbrada no entiende esta crisis y no tiene capacidad de empatía, misma que el Bronco si posee, como lo demostró en su video sobre la educación y los maestros.
No es un dirigente dotado de grandes capacidades intelectuales pero si de empatía, o al menos mucha más que la de sus adversarios.