Desde niño escucho los informes presidenciales. Uno de los recuerdos más bellos que atesoro, allá por 1960, me trae la imagen de mi abuelo materno, Don Epifanio Alvarado, al erguirse enérgicamente, al escuchar los primeros compases de nuestro himno nacional.

 

Pues bien, desde aquellos tiempos de ALM, pocas cosas me han llamado más la atención que lo que acaba de decir AMLO en su informe de hoy: “Miren, como han cambiado las cosas, invité al Fiscal General de la República y al Presidente de la Suprema Corte de Justicia, y no pudieron asistir. “En otros tiempos, eso no pasaba, porque ellos tienen la arrogancia de sentirse libres.”

 

Como siempre, AMLO le ha querido dar un matiz positivo a esta severa llamada de atención de los encargados de procurar e impartir justicia, pero no creo que sea arrogancia de ellos, sino vergüenza, por el impúdico desaseo con el que AMLO ha tratado el caso Lozoya, entre otros.

 

¿Verdad?