Continúa en marcha el proyecto “Por un México informado” desarrollado por Saba Consultores, de momento en Nuevo León, y ya tenemos la tercera medición. Podemos ya relacionar los resultados actuales con las referencias en determinadas cuestiones que teníamos en las últimas mediciones efectuadas hasta la elección de Gobernador.

De este modo, y no es ninguna novedad, se puede observar una advertencia negativa en cuanto a la calificación promedio que obtiene Rodrigo Medina. Ni para qué insistir. Se mantiene en altos niveles de desaprobación, y además se observa una alta sensibilización hacia su figura y su gestión, pues aquellos que no supieron qué contestar en cuanto a su aprobación representan un porcentaje muy bajo de los entrevistados. Se podría aventurar también que, en cambio, Medina presenta cierta fidelización en cuanto a aquellos que lo aprueban, ya que las valoraciones favorables persisten en sus porcentajes, y además, resultan ser muy altas, lo cual equilibra un poco la “nota media final”, que de no ser por ese motivo sería ciertamente desastrosa. Quizá en futuras mediciones podamos observar de qué estratos proviene esa “guardia pretoriana”.

Aun así, en las preferencias partidistas, y tomando como referencia los datos arrojados en el momento de la elección, ha descendido claramente la cantidad de los que se confiesan priistas. El PRI, ciertamente, no está de moda en Nuevo León, y menos llevar el priismo por bandera, según parece. Sin duda esa circunstancia le debe mucho a la gestión del gobernador saliente.

Ese mal momento del PRI está siendo especialmente virulento para Ivonne Álvarez, que presenta doble alerta negativa, situándose en niveles verdaderamente bajos en cuanto a preferencias en caso de celebrarse una elección con los mismos candidatos que en junio. Tampoco Felipe de Jesús anda en horas mejores, con una alerta y una advertencia, ambas negativas.

Sin embargo, Jaime Rodríguez vive momentos ciertamente espectaculares, con tres alertas positivas de forma consecutiva. La expectación ante su gestión se revela enorme, con su escudero Fernando Elizondo que, como decíamos en anteriores análisis, conserva intacta su popularidad. Entre los dos, y según las respuestas de los entrevistados en estas tres mediciones, superarían el 65 por ciento de los votos.

En este punto, no podemos pasar por alto lo siguiente: el 67,3 por ciento de los entrevistados declara ser apartidista o no saber con qué partido identificarse. La coincidencia porcentual entre este sector y los que votarían al Bronco y a Elizondo no parece casual. El Bronco ha basado su campaña en su independencia de los partidos clásicos, y sin duda el hartazgo del electorado hacia la gestión de éstos y lo que se percibe como corrupción y males endémicos de los mismos han resultado un factor importantísimo en el respaldo popular que obtuvo su candidatura. Sin embargo, no es ni puede ser eterno el planteamiento político de “ser bueno en función de lo malo que es el otro”. Ahora, con la labor de gobierno, se va a empezar a medir la verdadera valía de Jaime Rodríguez y su equipo, empezando precisamente por su capacidad de independencia. En caso contrario, podría defraudar la esperanza de muchos nuevoleoneses.

En cuanto al gabinete, las preferencias no han cambiado mucho desde el último análisis, salvo en la figura de Ernesto Canales, que supera a María de los Ángeles Fromow en los deseos de los encuestados en cuanto a la Fiscalía, y de hecho parece ser el nombre que suena con más fuerza. Guajardo y Arrambide, para Finanzas y Trabajo, también siguen siendo preferidos y proceden del entorno de Elizondo.

Pero precisamente en cuanto a independencia y en cuanto a escuchar la voz popular, va a tener Jaime Rodríguez la primera oportunidad de demostrar ambas cosas en breve, y en esto he de coincidir forzosamente con lo que el Dr. Salvador Borrego manifiesta al publicar los resultados de la tercera medición. El modo en que El Norte lanzó la piedra y escondió la mano afirmando que la iniciativa privada (sin precisar cuál) temía el nombramiento de Roberto Flores para la Procuraduría indica claramente que dicho periódico pretende descarrilarlo, vertiendo afirmaciones como la falta de experiencia de Flores o la sospecha de que no perseguirá debidamente a los Medina. Sin embargo, las preferencias de los encuestados se decantan con claridad por Roberto, y de hecho en sentido ascendente.

Seguramente la respuesta de Jaime a El Norte, afirmando que “él no contestaba anónimos”, no es muy afortunada. Parece más bien de estilo bravucón. Si no se quiere responder, en mi opinión, lo mejor es no hacerlo. Dicho de otra manera, la mejor respuesta es, en efecto, escuchar a la Raza, porque la Raza manda, salvo que manden más otras servidumbres y menos la independencia que le dio el triunfo en las elecciones.