El proceso electoral que estamos presenciando no opera como una confrontación entre popularidades o preferencias, sino de maquinarias político-electorales. Lo que los números de SABA reflejan en las últimas tres mediciones tiene que ver con esas popularidades, y lo que las maquinarias políticas puedan hacer (e imponer) es “otra historia”.
Así las cosas, Jaime Rodríguez Calderón lleva una marcada ventaja. Se ubica en el Top of Mind o intención espontánea de voto con un nivel que va de 29.4% a 31.5% y a 30.8% en las últimas tres mediciones con todo y la guerra sucia, aclaraciones y ataques del diario El Norte. Felipe de Jesús Cantú obtiene un 17.5% en ese rubro en la última medición que proviene de un nivel de 15% y 24% en las dos últimas mediciones. En la última medición, Ivonne Álvarez solo obtiene un 10.1% que proviene de niveles superiores en el rango de 18% y 17% de mediciones previas, lo que indica un desplome a pesar de los esfuerzos del PRI y de la maquinaria gubernamental que la apoya.
En la intención de voto “El Bronco” obtiene un 34.0%, Ivonne un 20.9% y Felipe un 17.5% en las mediciones de SABA hasta el día 3 de junio. Obviamente, los tres candidatos saben que la pelea estará en las urnas, en el número de votantes, en la movilización de los electores y en las estructuras para lograrlo.
Si “El Bronco” tiene la estructura y la maquinaria para enfrentar a la aplanadora sindical que se movilizará por Ivonne, y para superar o contrarrestar a la de Larrazabal, Margarita, Chefo y Gracia, entonces su victoria será inevitable. Pero si no, probablemente estaremos ante otro 2006 chiquito, y “El Bronco” pasará por lo que pasó AMLO en esas elecciones.